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(Italiano) Vita, famiglia, giustizia sociale e democrazia. Intervista a Pedro Agramunt, nuovo presidente PACE - Matchman News
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(Italiano) Vita, famiglia, giustizia sociale e democrazia. Intervista a Pedro Agramunt, nuovo presidente PACE

El nuevo presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) es un español nacido en Valencia, en 1951. Un hombre de perfil bajo, pero con el gran deseo de llevar adelante el proyecto de integración europea. Pedro Agramunt, senador español desde 2008, diputado en las elecciones a las Cortes Valencianas desde 1991 hasta […]

El nuevo presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) es un español nacido en Valencia, en 1951. Un hombre de perfil bajo, pero con el gran deseo de llevar adelante el proyecto de integración europea. Pedro Agramunt, senador español desde 2008, diputado en las elecciones a las Cortes Valencianas desde 1991 hasta […]

El nuevo presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) es un español nacido en Valencia, en 1951. Un hombre de perfil bajo, pero con el gran deseo de llevar adelante el proyecto de integración europea. Pedro Agramunt, senador español desde 2008, diputado en las elecciones a las Cortes Valencianas desde 1991 hasta 1994, proveniente de las filas del Partido Popular español, fue también presidente del Partido Popular Europeo. Se podría decir que con su presidencia el PPE vuelve a colocar en el centro del proyecto europeo sus valores fundacionales. El nuevo presidente de la PACE ha concedido una entrevista exclusiva a Matchman – News.

Estimado Presidente Agramunt, mis mejores deseos para su mandato en los próximos dos años!

Gracias, me siento muy contento con esta etapa que ahora comienza de compromiso político con los valores y principios europeos. Además de mi actividad en el Senado de España durante quince años me he dedicado al Consejo de Europa y, antes, en otros órganos parlamentarios europeos. Es un gran honor para mí y para todo el Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), poder presidir la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en estos años difíciles, pero, sin duda alguna llenos de grandes oportunidades.

Convendría tener perspectiva histórica para valorar las actuaciones de personalidades como las de los padres fundadores del Consejo de Europa, que en momentos dramáticos de la historia europea se sobrepusieron a las adversidades para iniciar un camino de reconstrucción y de unidad por encima de las diferencias nacionales. Adenauer, Monnet, De Gasperi o Spaak fueron los mayores impulsores de la nueva Europa que lucharon por los ideales del europeísmo clásico de paz entre naciones, buen gobierno democrático y bienestar socioeconómico con otras figuras de su generación y que dieron pasos decisivos en la consolidación del mayor periodo de paz y prosperidad para el continente.

Su compromiso en el PPE, el Estatuto del PPE y la historia de su Grupo en el Consejo de Europa han sido muy fieles a los valores cristianos y a la Convención Europea, ¿cómo los conciliará durante su Presidencia?

Tal y como dice usted, el Grupo PPE en el Consejo de Europa recibió entre los años 2010-2013, un gran incentivo para poder mantener la coherencia con los valores en los que se basa. El Presidente Volonté antes, y yo mismo desde el 2013 hasta hoy, hemos querido retomar la línea del Partido coherentemente con nuestros valores sobre la vida, la familia, la justicia social, el estado de derecho y la democracia. Sobre todo y con plena coherencia respecto a la Convención, hemos querido reafirmar que no puede existir una “doble moral” en la aplicación de los valores y de los compromisos asumidos por cada país. Nuestra democracia está enraizada en la creencia cristiana occidental, en el derecho natural cristiano y en los principios de la ética cristiana. Los principios cristianos velan no por los intereses del Estado o los intereses de una sola clase, sino por la libertad y la dignidad de las personas.

Sin el cristianismo no habría existido el Renacimiento, no habría existido la Ilustración, no habría existido siquiera la Revolución Francesa de la que nació el respeto hacia el Hombre. No habría existido ni el socialismo, ni el liberalismo.

En este sentido, mi Presidencia no va a negar mi historia, sino más bien, va a reforzar mis valores y mis creencias sobre la vida, la familia, la libertad religiosa y la libertad de la educación seguirán guiando mis elecciones y decisiones.

Su Presidencia se abre con muchos problemas internacionales que están por estallar, la PACE, como “lugar de pacificación” , cómo podrá intervenir?

El nivel de desorden global es asombroso actualmente. En Oriente Medio asistimos a la amenaza del Daesh; la sangrienta guerra en Siria; y la disolución de estados como Irak, Libia o Yemen. Aquí en Europa, sufrimos cuatro desafíos que se solapan, unos con otros y que nos abocan a un estado de convulsión permanente. En primer lugar, el terrorismo transnacional se erige como peligro fundamental y multifacético. En segundo lugar, la crisis de refugiados que ha suscitado numerosos debates sobre la identidad y los valores europeos. En tercer lugar, los conflictos aún abiertos en nuestro continente. La situación en Ucrania sigue siendo muy delicada. Ya han fallecido más de 9.000 personas, los separatistas apoyados por Rusia siguen teniendo el control de una parte del país y la paz sigue sin llegar. Amenazas a la seguridad o conflictos congelados que siguen existiendo en regiones como Transnistria en Moldavia, Abjasia y Osetia del Sur en Georgia, Nagorno-Karabaj en Azerbayán. Además, la muy reciente crisis entre Turquía y Rusia no hace otra cosa que aumentar el grado de preocupación. En último lugar, quiero mencionar, la ola de populismos de izquierdas y derechas, el aumento del nacionalismo y la erosión de los principios democráticos y de derechos humanos en algunos lugares que afectan a nuestra cohesión y la capacidad de acción común.

Estos desafíos interactúan, se exacerban e intensifican y están en la agenda de la PACE y estoy seguro que en los próximos dos años, todos juntos, sabremos indicar y sugerir nuevas perspectivas y soluciones para nuestros gobiernos y para restaurar el prestigio político que el CoE merece.

 

 

¿Qué papel desempeñará la PACE?

 

El papel diplomático y el compromiso parlamentario serán fundamentales en estas crisis. Nuestros predecesores hicieron una contribución histórica para la democracia, derechos humanos y el estado de derecho en Europa y esto es algo que cada generación debe hacer, nuevamente, con la diplomacia parlamentaria como una herramienta insustituible.

Afortunadamente, en la Asamblea hay excelentes colegas que sabrán sacrificarse para restablecer contactos y encontrar soluciones coherentes con los principios de la Convención. No hay que olvidar tampoco que la Asamblea Parlamentaria tiene un gran número de “ex-miembros honorarios” con mucha experiencia y capacidades. Vamos a ver cómo y cuánto podemos poner en valor las capacidades y los talentos de todos ellos.

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